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Comedor en Juárez

Niños acuden con la esperanza de recibir el alimento del día

Martina Huerta y su historia del comedor Casita de juguete…

Sin duda alguna, la generosidad es un don que muchas personas poseen, es una de las virtudes que pueden expander los seres humanos a otros y dejar grandes huellas en los que menos tienen.

Pero, poco se habla de ellas, es decir, en un mundo tan cambiante y agobiado por otros temas, es importante destacar que no todo está perdido y que existen almas que se levantan con el entusiasmo de obsequiar a decenas de niños un plato de comida, el cual quizá, sea el único que reciban durante el día.

Además, de brindar una palabra de aliento, un abrazo, una sonrisa a esas criaturitas quienes desafortunadamente nacieron en hogares de los cuales no reciben amor, valores, aprendizaje mucho menos alimento.

Más allá de darles la bienvenida a los pequeñitos, también están las jóvenes madres solteras, quienes cargando a sus bebés en brazos, esperan desde un vaso de leche hasta un pañal.

Este es el caso del comedor Casita de juguete, ubicado en inmediaciones de la colonia Solidaridad, en Ciudad Juárez, Chihuahua, un espacio que nació justo, cuando Martina Huerta atormentada por el momento que vivía, decidió irse a dormir y cuando despertó su vida cambió, convirtiendo así esa situación, en una “Historia extraordinaria”.

1. ¿Cómo nace el comedor Casita de juguete?
Martina: Sabe, esto nace porque a mi se me apareció un ángel tres veces. Yo soy madre soltera, tenía mi hijo 8 años. Yo vendía segundas y un día no hicimos nada, cuando llegué a la casa estaba triste, así que me dormí un rato. De pronto tuve la aparición de un ángel, de ahí yo inicié. Cuando salí al patio muy asustada al ver a ese ángel, para mi fue muy impresionante. Me asusté y me preguntaba, ¿Qué pasa?, ¿Qué me está pidiendo Dios? Entonces, tenía poquita harina y poquitos frijoles, empecé hacer burritos. Lo sorprendente, es que al día siguiente empezó a llegar gente por si sola, sin yo avisarles y comencé a servir lo que había cocinado, los burritos.

Martina, nos explica los detalles sobre su tristeza y lo que generó ese momento. “Estaba triste, porque andaba vendiendo segundas, ese día no vendimos nada. Después de retirarnos, una amiguita con sus dos niños y yo con el mío, cuando ibamos llegando a la casa, se nos desmayó uno de los niños de hambre.

Corrimos para la casa y les hicimos una sopita, el niño cayó en una tristeza y eso me generó angustia y dolor. Después, me quedé dormida como unas tres horas y cuando desperté vi a ese ángel verde muy bonito, era alto llegaba hasta el techo, me hablaba como en cantitos”.

2. ¿Habló con el ángel, le dio algún mensaje?
Martina: El me hablaba en cantitos, cosa que yo no entendí. Lo que entendí por razonamiento, es que él quería que yo hiciera esta labor.

Martina, explica el significado que fue para ella la aparición del serafín, así lo define.

“Un día, sin tener mandado, sin tener nada, hice poquitas tortillas de harina, cocí poquitos frijolitos y al otro día en la mañana sin avisar, tenía a la gente afuera de mi casa y comencé a darles burritos. Ya son 10 años desde que sucedió todo”.

-Martina Huerta, propietaria comedor Casita de juguete
-Martina Huerta ofrece desayunos en el comedor Casita de juguete

3. ¿Cuántos son los niños beneficiados?
Martina: Lo sorprendente de esto que lo voy a decir, no sé si me lo crean. Desde que inicié el comedor son 60 niños, ni uno más, ni uno menos. Unos se van y otros regresan, pero vuelve a la misma cantidad.

-Comedor Casita de juguete

4. ¿Es a diario?
Martina: El desayuno es en dos partes, de 8 a.m. a 9 a.m. y luego de 9 a.m. a 11 a.m., cerramos a las 11 de la mañana. Ahorita como estamos con el COVID-19, no los puedo recibir, pero les avisamos dándoles su desayuno o lo que podemos dar. El desayuno trae huevito, papitas, frijolitos. Los obsequiamos a las mamás, ellas lo recogen y los llevan a sus hijos. Si en caso que no tienen para comer, se les tiene permitido venir y les podemos ayudar con algo, también si no tienen para cenar, les podemos auxiliar con un cereal algo para llevar, todo es gratis y con amor.

Ante la emergencia sanitaria por la pandemia, consciente de ello lleva a cabo su labor bajo las medidas que piden las autoridades, por lo tanto consigue cubrebocas con una vecina que los vende a 30 pesos y los entrega a las madres de familia que acuden por el desayuno, así lo explicó Martina.

5 ¿De qué edades son los beneficiados y son de la misma colonia Solidaridad?
Martina: Yo esperaba que fuera de la misma, pero bendecido Dios, que nos han llegado de otras partes, como las colonias Los Alcaldes, Héroes de la Revolución, Roma y otras más cerca de la avenida de Las Torres. Recibimos pequeños de meses a 13 y 14 años de edad. Las mamás que vienen con los bebés también son alimentadas.

-Comedor Casita de juguete

6. ¿Cómo adquiere los recursos para poder cocinar los alimentos?
Martina: El comedor, como no es Asociación Civil y tampoco tengo dinero para convertirlo en A.C., lo he intentado pero genero muy poco vendiendo segunditas, no he podido hacer el cambio. El comedor se compone por apoyos de la comunidad, nos auxilian los que nos han visto en los medios de comunicación. He salido a pedir la ayuda, hemos tenido tiempos buenos y malos. En ocasiones nos llega mucho y otras veces no recibimos nada.

7. ¿Cómo surge el nombre comedor Casita de juguete?
Martina: Porque el comedor es pequeño, cuando inicié el lugar era una sola pieza dividida en dos. En realidad empecé con el cuartito mas chiquito. Entonces, ahí nada mas nos cabían dos mesitas de lámina y ocho sillitas. Algunos estaban sentados y otros parados, pero todos comían. Un día me levanté por la mañana y dije “esto tiene que tener un nombre”, como está chiquito, le voy a poner así “Casita de juguete”, porque todo teníamos en pequeño. Una parrillita de dos quemadores en las que cocinaba cuando inicié, como todo era chiquito y como eran niños. Por eso le puse ese nombre.

Comenta que ahora es diferente, con los mismo apoyos que han recibido, les ha dado oportunidad de ampliar un poco más el lugar.

8. ¿Cuáles son las necesidades urgentes para continuar con la ayuda?
Martina: Lo que urge es el alimento, pero lo que me tiene triste es que los niños no vayan a tener un juguete para esta Navidad y bolo. Les estoy pidiendo para hacer felices a los pequeños. Estamos solicitando comida, ropa y juguetes.

En relación a la situación familiar en la que viven los pequeños, Martina señala.

“Algo muy importante que le quiero comentar, es que este comedor lo tengo como niños incorregibles. La mayoría de los niños que vienen, son de mamás despreocupadas, madres que no tienen amor a los hijos. He visto mamás que vienen muy arregladas de pico pintado y el hijo de pico blanco pero de hambre. Entonces, yo lo tengo como incorregibles, porque aunque las mamás esten a los lados, los niños se están peleando y las madres como si nada. Haga de cuenta que aquí, se oye feo pero yo soy la mamá de todos. Muchos vienen solos”.

-Martina Huerta, propietaria comedor Casita de juguete

Insiste, “En ocasiones, han llegado un poco enfermos, me comentan que traen dolor de cabeza y pues yo les doy alguna pastilla para aliviarlos”.

9. ¿Hay niños que han ido desde pequeños?
Martina: Si, he tenido niños que llegaron de meses y ahora tienen 7, 8 años de edad. Les he conseguido desde pañales, ropita para bebé, también útiles escolares, como lápices y cuadernos.

Hay momentos en el cual los pequeños se quejan de situaciones en el interior de su familia. Martina nos explica, “En ocasiones los niños me dicen ‘Martina, mi mamá me pegó’, ‘Martina, quiero hablar con usted’, es decir, llegan los niños y se refugian aquí”.

-Niños acuden al comedor Casita de juguete

10. ¿A dónde quiere llegar Martina con esta labor que hace?
Martina: Mi compromiso con los niños es que no se pierdan, que ellos tengan valores que aprendan los derechos de los niños. Que no sean golpeados, maltratados, que sean escuchados, que les tengan atención sus padres. Cosa, que a lo mejor no voy alcanzar, pero de perdida que el niño cuando venga aquí a Casita de juguete, sepa que conmigo tiene la protección, como si yo fuera su mamá. Que si el niño tiene hambre venga y ofrecerle un plato de comida, que si tiene frío, aquí se le abriga. Que si el niño necesita algo, aquí es escuchado. Hay pequeñitos que vienen con sus problemitas, yo les conozco la mirada y sé que el niño trae algo, lo abrazo, le pregunto, lo apoyamos, entonces, se va contento. Lo que a mi mas me preocupa, es que un niño no se pierda, que sepa que hay valores y que debe ser respetado.

En cuanto a la información que el menor recibe sobre sus derechos, le pregunto.

11. ¿Hay alguna institución que ayude a Casita de juguete, con estos datos?
Martina: Yo sola me he instruido por la cuestión de que esucho las quejas de los niños. Entonces, sola he realizado un diccionario de preguntas y respuestas, porque los niños son más inteligentes que nosotros. Lo que he aprendido es a leerle los ojos.

12. ¿No ha buscado apoyo del gobierno?
Martina: Si he ido, pero no he sido escuchada por el motivo que no tengo para convertirla en una Asociación Civil, no tengo un carro por eso casi no salgo, con lo que nos llega aquí trato de salir adelante. No tengo en que moverme, además por el COVID-19.

Sobre el significado del comedor para Martina en su vida, lo define de esta manera.

“Significa mi vida entera, porque ya tengo 10 años. Yo vengo de mucho sufrimiento, vengo de una familia muy humilde, vengo de cuidar a mis hermanos cuando estábamos chiquitos. Yo sé lo que es no comer, por eso comprendo la situación de los niños, porque yo lo viví en carne propia. Casita de juguete significa mucho, porque aquí han surgido muchas lágrimas”.

-Martina Huerta, propietaria comedor Casita de juguete

13. ¿Qué le diría a la gente para solicitar ayuda para su comedor, cuál sería su mensaje?
Martina: Yo les diría que me ayuden porque son muchos niños de escasos recursos, niños que tienen necesidades, pequeñitos que si los ven, muchos no traen su calzoncito, traen tenis rotos, a muchos se les andan cayendo el pantaloncito.

“Les pido por favor que me apoyen con lo que puedan ya sea alimento, ropita, zapatitos, lo que su corazón les dicte. Se atienden a 60 niños, 45 adultos, 25 madres solteras que han llegado aquí de 14 años de edad, pidiendo la ayuda. Le doy gracias a Dios y le pido que les ponga un buen corazón para apoyar a Casita de juguete.

-Martina Huerta, propietaria comedor Casita de juguete

Para donativos, el comedor Casita de juguete, está ubicado en el cruce de las calles José Reyes Estrada y Solidaridad en la colonia Solidaridad, en Cd. Juárez. Ponen a disposición el número celular de Martina Huerta (656) 273-7814. Un espacio que recibe a diario a los más necesitados y son atendidos por Martina Huerta y Genoveva Palacios.

Solo me queda felicitar y agradecer a Martina Huerta por esta labor titánica que realiza con todo su corazón y amor beneficiando así a miles de niños durante 10 años y que ha tenido la oportunidad de compartir su maravillosa historia a perlarico.com.

-Martina Huerta y los niños del comedor Casita de juguete

Para estar al tanto de más “Historias extraordinarias” como esta, los invito a que me sigan en mis redes sociales, FacebookTwitterInstagramYouTube y en mi portal perlarico.com, nos vemos ahí.

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