Cada día el mundo del internet se vuelve más práctico para la humanidad, sin duda se ha convertido en una herramienta necesaria para la comunicación.
Todavía recuerdo uno de tantos momentos en mi época de estudiante cuando me preparaba en la carrera de Ciencia de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), campus Ciudad Juárez. Allá por los años noventas, uno de mis maestros, el Doctor en Lenguas Romances, Jesús García (Q.E.P.D.) quien impartía la clase de Semiología, entre otras. Nos ofrecía pláticas sobre el mundo que en un futuro no muy lejano nos podría rodear.
Siempre era muy interesante escucharlo porque además de los temas de la materia, el catedrático abonaba mensajes sobre lo que posiblemente podríamos experimentar, se refería a nosotros como los estudiantes de la Generación “X”, llamados así a quienes nacimos entre los años 1960 y principios de los ochentas, que por cierto este será tema de otro artículo.
Para darles una idea en una ocasión dijo, “un día van a beber agua embotellada”, fui de aquéllas niñas que disfrute a mi manera mi infancia, luego de jugar en plena calle, con mi hermana, vecinas y vecinos de la cera de enfrente de mi casa. Nos acercábamos a la llave de paso, la cual estaba en el exterior de la casa y conectada a una manguera de color verde, la bebíamos con tal gusto que no nos importaba si estaba limpia, potable o no.
Claro que me generaba ciertas dudas pero, si le preguntabas al Dr. García siempre nos contestaba con su muy particular manera de expresarse, al estilo intelectual y generaba que nuestro conocimiento fuera aún más grande. Sabía que como educador, era un hombre muy preparado, leía y viajaba con frecuencia.
Llegó el momento de hablar de la tecnología en varias ocasiones, se refirió a que en un futuro no muy lejano, íbamos a poder ingresar a una computadora, buscar a través de un programa y poder leer a nuestros escritores favoritos y el libro que deseáramos de cualquier biblioteca del mundo.
Fue tal mi sorpresa que ahora puedo describir, que mi rostro fue muy parecido a un emoji de asombro ?, porque claro que no tenía idea de lo que el decano nos hablaba. En la actualidad estas expresiones son una forma en la que con frecuencia nos podemos comunicar.
Y es que en aquel tiempo apenas comenzábamos a recibir clases sobre un sistema al que le introducíamos un Floppy (disco flexible), por la parte lateral izquierda del aparto y servía para grabar cierta cantidad de documentos, hasta era emocionante comprarlos de diferentes colores.
Eran las primeras enseñanzas sobre conceptos de Software (soporte lógico de un sistema informativo) y Hardware (parte física, tangible de un sistema informático). Debíamos entender que al escribir el nombre de un documento y si nos equivocamos era probable de que lo perdiéramos, los de mi época creo que me entenderán. ¿Se acuerdan de http//:? ¡Que barbaridad! Así era como iniciábamos en mundo de las computadoras.
Después de aquella brillante idea que mencionó el “profe” sobre las tecnologías ni tarde ni perezosa, acudí en busca de más información.
Pasó el tiempo y poco a poco comenzamos a descubrir lo nuevo de este tipo de sistemas, gracias a sus creadores, llegó Microsoft Word, el cual modernizó las formas de escribir, almacenar documentos y hasta hacer las tareas con mejor presentación.
Luego le siguió Windows, y así hasta que nos iluminó el Internet. Tomando en cuenta que en México lo conocimos 10 años después de su creación.
Lo digo de esa manera porque aunque sigue evolucionando no me ha dejado de sorprender, ya que estoy en constante descubrimiento y aquí les explico por qué.
Resulta que como a millones la pandemia nos cambió, en lo particular en este preciso momento estoy escribiendo este artículo, el cual espero sea de su agrado y es justo al punto que quiero llegar.
El navegar, explorar, conocer, programar y el Internet son ahora parte de nuestras vidas. Simplemente estoy en un programa en el que puedo escribir, colocar imágenes, videos, ligas o links en fin todo con el único propósito de comunicarme con ustedes. Son nuevos conceptos a los que nos hemos ido adaptando, que no hubiera tenido idea de que los iba a utilizar en algún momento de mi vida.
Incluso cuando estuve laborando en mi anterior trabajo en XHIJ Canal 44, eso fue parte de mi crecimiento. Es decir, pasamos de enormes cassettes o rollos para grabar programas e imágenes hasta la era del copiar y pegar en una memoria tan pequeña que de ahí se distribuía a través de una red a la cual le llamamos Internet.
Aunado a todo este avance tecnológico que me llevó tiempo dominar, llegan las redes sociales, que por cierto en ocasiones siento que me enloquecen, por que cada una se utiliza de forma distinta, tiene su propia función de comunicar y abarca grupos de gentes diferentes a donde quieres llevar tu información, producto o lo que interese difundir.
Ha sido tan novedoso el progreso que en recientes fechas se convirtió de la noche a la mañana en una forma de avanzar en lo cotidiano, me refiero en trabajos, escuelas, medios masivos y hasta en lo personal aunque nos divida una pantalla, he tenido la oportunidad de observar, hablar con mi familia y saber que todos estamos bien.
A esto le sumamos los teléfonos inteligentes, que puede uno estar hablando de un tema y el aparato detecta tu voz y te contesta. ¿Se hubieran imaginado algo así?
Puede que sea demasiado pero sin duda ha sido una ventaja para comunicarnos y lo que nos falta por conocer, porque todos los día hay una función nueva que aprendo para avanzar en la utilización de este tipo de aparatos.
Será que la tecnología no ha rebasado o será que nosotros mismos nos hemos sumergido y nos estamos acostumbrando a depender de ella. Cuando era estudiante no comprendía que el ‘profe’ acertaría de tal forma que sería importante hoy en día seleccionar la botella de agua en la que tomamos y si el envase está a la moda.
Aún no se sabe que nos depara el futuro, porque continúan las grandes compañías atormentándonos con las diferentes formas de cómo expresarnos para tan solo mandar un emoji o comunicar un mensaje.
Tal es mi caso, que forma parte de mi vida para darme a conocer en donde los métodos son prácticamente una plataforma digital, redes sociales y el ciberespacio. Así que no olviden ingresar a perlarico.com, nos vemos ahí.