El presidente electo de los Estados unidos Joe Biden planea presentar un importante proyecto sobre ley de inmigración el primer día de su administración como primer mandatario de la nación, en donde dará ciudadanía a quien tenga ocho años viviendo sin un estatus legal en EU.
Esta propuesta ayudará aproximadamente a unas 11 millones de personas que radican de manera ilegal en diferentes partes del país.
Con esta iniciativa los beneficiarios serían quienes pertenecen a la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), conocidos como “dreamers”, así como migrantes con el Estatus de Protección Temporal (TPS) que han ido concediendo diferentes Gobiernos a indocumentados de países donde se habían producido guerras o desastres naturales como Honduras, Nicaragua y El Salvador.
En ambos casos, pueden vivir y trabajar en Estados Unidos, pero no tienen acceso a la residencia, según el plan Biden les permitirá solicitar la residencia legal permanente de inmediato, si están trabajando, están en la escuela y cumplen con otros requisitos. También se contempla un trato especial para algunos trabajadores esenciales inmigrantes.
El proyecto de ley enfrenta un gran reto. Los demócratas controlan ambas cámaras del Congreso, por lo tanto necesitará la cooperación de ambos partidos, especialmente en el Senado, donde la legislación requiere 60 votos.
Debido a que los demócratas tienen 50 escaños en la cámara, el presidente electo necesitará 10 republicanos para apoyar sus esfuerzos para convertirla en ley.
Hasta el momento este plan, no incluye incrementar la seguridad fronteriza, sino que se encamina en la elaboración de estrategias y con ello se espera que el próximo presidente tome acciones ejecutivas rápidas para revertir las de Trump, como el fin de la prohibición de viajes de varios países predominantemente musulmanes.
La legislación forma parte de la promesa que Biden hizo a votantes latinos y otras comunidades de inmigrantes, luego de cuatro años de políticas difíciles y deportaciones masivas ordenadas por el Presidente Donald J. Trump.
Este plan, de ser aprobado por el Congreso sería la mayor reforma migratoria desde la amnistía propuesta por el ex presidente estadounidense Ronald Reagan en el año 1986.
